Merel van Goor den Held
Traducido por Inma Mellado, Madrid, España
Foto: Destiny Tillery
Los bebés tienen los pies diminutos, pero la leche de fórmula deja una gran huella.
Publicada inicialmente en holandés, en agosto de 2015, en Down to Earth Magazine (Amigos de la Tierra, Holanda) y traducida al inglés por su autora para Breastfeeding Today.
La huella ecológica de la leche artificial es enorme y, lo que es más importante, es innecesaria de acuerdo con la IBFAN (The International Baby Food Action Network). La elección entre alimentación con leche artificial o leche materna sin embargo, es una gran lucha. En esta discusión, el medio ambiente raramente se toma en consideración.
Cuando acabas de dar a luz, el medio ambiente es probablemente lo último que pasa por tu cabeza. Las hormonas provocan que todo tu mundo gire en torno al bebé. Algunas veces de forma deliberada, a veces involuntariamente, muchas mujeres eligen usar leche artificial. Más del 60% de los bebés han sido alimentados con leche de fórmula en todo el mundo. El enorme impacto que tiene esta decisión en el medio ambiente pasa desapercibido. Mientras que la leche materna se considera neutra en términos de huella de carbono, la leche artificial deja una gran huella de carbono.
El pasado otoño IBFAN publicó un informe sobre los efectos de los sustitutos de la leche materna sobre el medio ambiente, “Formula for Disaster”. IBFAN argumenta que la producción de leche artificial usa una inmensa e innecesaria cantidad de preciados recursos y energía. El informe evalúa el impacto de esta industria multimillonaria sobre la Tierra. Y dado que la producción anual de leche artificial es de 1,8 mil millones de kilogramos (2010) no debería ser subestimado.
Existe una gran variedad de leches artificiales. La más utilizada es la que procesa la leche de vaca añadiéndole nutrientes. La industria de la leche de fórmula infantil forma parte del problema a gran escala causado por las granjas de producción de lácteos: deforestación, degradación medioambiental y emisión de gases de efecto invernadero.
Emisiones De Carbono
La producción de un kilogramo de leche en polvo requiere aproximadamente 10 litros de leche. IBFAN calcula que la producción de ese kilogramo de leche en polvo produce una emisión de 21,8 kg de CO₂ anualmente. Multiplicado por la producción anual mundial de leche de fórmula, se convierte en 39,24 millones de toneladas de CO₂. Para ponerlo en perspectiva: esto supone más de 15 veces el CO₂ acumulado en los bosques holandeses o tanta emisión como 42,19 millones de vuelos entre Ámsterdam y Nueva York.
“Sin embargo, la cantidad exacta de CO₂ emitida por la industria de fórmulas infantiles es desconocida”, dice Alison Linnecar, autora del
informe, “en parte porque la emisión de CO₂ por litro varía de un país a otro. Y aunque la composición de la leche artificial está establecida por ley, es imposible determinar el porcentaje de leche en polvo que contiene cada kilogramo de fórmula infantil”. La leche de fórmula tiene más ingredientes aparte de la leche de vaca en polvo, y las grasas, azúcares y micronutrientes añadidos a la mezcla tienen también su propia huella ecológica. Por ejemplo, los aceites de palma y soja usados habitualmente en la leche artificial infantil tienen un considerable impacto en el medioambiente. Además, el número de “millas alimentarias” (food miles) es alto, ya que la producción tiene lugar en 40 o 50 plantas de fabricación en los países productores de leche.
El uso de leche de fórmula tiene un impacto propio, dice IBFAN, a veces de forma insospechada. En primer lugar se necesita agua limpia, combustible, un biberón y una tetina. Menos obvio es el retorno temprano de la menstruación en las mujeres que alimentan a sus bebés con leche artificial. ¿Insignificante? No, cuando tienes en cuenta la cantidad de tampones o compresas utilizadas durante más de un año por 136 millones de mujeres jóvenes.
Mortalidad infantil
Según IBFAN, este impacto es profundamente innecesario. ¿Es esto verdad? Si le preguntas a la OMS o a UNICEF, la respuesta es simple: sí. Aparte de una pequeña lista de situaciones médicas en las que sería necesario recurrir a un sustituto de la leche materna, la leche humana es siempre preferible a la leche artificial. Sin embargo, esto no tiene nada que ver con el medio ambiente, sino con una estadística diferente: la mortalidad infantil.
Según UNICEF, la lactancia materna es la primera y más importante medida preventiva para reducir la tasa de mortalidad infantil en niños menores de cinco años, de los cuales cerca de siete millones mueren al año actualmente. El riesgo de muerte en los primeros seis meses de vida es 14 veces mayor en los bebés que reciben leche artificial. Tanto UNICEF como la OMS hacen hincapié en que en todo el mundo (no solo en los países pobres) al menos 800.000 bebés mueren cada año como resultado de un manejo inadecuado de la lactancia materna. La realidad, en cambio, tiene una pinta bien diferente.
¿Suficiente leche?
TNO, un instituto de investigación holandés, calculó que el 80% de las madres inician la lactancia materna en Holanda. En las primeras semanas, no obstante, dos de cada ocho madres ya han destetado, según la evaluación llevada a cabo por dicho instituto esta primavera. Las dudas sobre la suficiente producción de leche y los problemas con el agarre juegan un gran papel en el acusado declive de la cifra de madres lactantes, dice Patricia Schutte, portavoz de Centro de Nutrición de Holanda (Voedingscentrum). “Estas dudas son injustificadas”, dice Schutte. “Estos problemas pueden casi siempre ser remediados con ayuda experta”, continúa. El Centro de Nutrición de Holanda es un defensor de la lactancia materna—en línea con las organizaciones internacionales de salud—. Pero, ¿existen algunas mujeres que no puedan producir leche? Gonneke van Veldhuizen-Staas, Consultora de Lactancia Certificada (IBCLC) explica: “No hay un número exacto. El dos por ciento se cita a menudo, extrapolado del mundo de la biología y la zoología. Además hay cierto número de mujeres que no pueden lactar, o lo pueden hacer solo en parte debido a una cirugía mamaria. En total, este porcentaje se mantiene por debajo del diez por ciento”. Eso es bastante menos que el 60% que elige leche de fórmula en todo el mundo.
Madres trabajadoras en Holanda
Existen más razones que las meramente biológicas para optar por la leche artificial. En Holanda, las madres mencionan tener problemas asociados con la conciliación entre lactancia materna y trabajo, por ejemplo. La regulación de las tomas del lactante durante la jornada laboral está definida en la Ley de Condiciones Laborales y en la Ley de Jornada Laboral. A pesar de estas regulaciones, aún no lo hemos conseguido. Las madres también expresan su preocupación por ser independientes, dividiendo los cuidados infantiles con el padre de forma equitativa y se muestran asimismo reacias a amamantar en público, ya que aún existen muchas barreras socioculturales.
El informe de IBFAN menciona que la información sobre nutrición infantil que se ofrece en los medios de comunicación es a menudo incompleta o está tergiversada, siendo ofrecida por los fabricantes de leche artificial en muchas ocasiones. Los profesionales de la salud a menudo están influenciados por la industria y brindan información inadecuada con frecuencia, dice IBFAN.
Las “enfermeras” de la leche
A lo largo de la historia, la elección de amamantar a los bebés ha sido una cuestión de estatus, ideales de belleza y desarrollo social en el mercado laboral. Alrededor de 1850, explica el historiador Paul Doolan, la tecnología se convirtió en un tercer factor. La invención de la leche en polvo, los biberones y las tetinas de goma coincidió con un aumento considerable de la producción de lácteos, y el mercado se expandió rápidamente pasando de incluir solo a los bebés expósitos y huérfanos a la democratización de la elección entre amamantar o no. Alrededor de 1960, los recién nacidos de EEUU e Inglaterra eran alimentados fundamentalmente con leche artificial y las madres tomaban inhibidores de lactancia, escribe Doolan. Los cambios como las migraciones a las ciudades y el trabajo en interiores, contribuyeron aun más al éxito explosivo de las fórmulas infantiles.
En ese momento el mercado se expandió hacia otras partes más pobres del mundo, y no siempre de manera decente, escribe Palmer en The Politics of Breastfeeding: When Breasts Are Bad for Business (La política de la lactancia materna: Cuando los pechos son malos para los negocios). Las falsas enfermeras de fabricantes como Nestlé, Bristol Myers, y Dumex son un ejemplo tristemente célebre. Se trataba de vendedoras vestidas como enfermeras, que aconsejaban a las madres jóvenes en el hospital y en sus hogares. Esta práctica demostró ser muy efectiva, ya que cuando un bebé es alimentado con leche artificial en sus primeros días tras el nacimiento, la producción de la madre no se instaura adecuadamente, teniendo como resultado una dependencia clara del sustituto de leche materna. Como resultado de esta práctica en 1970, el 87% de las madres nigerianas utilizaban leche artificial, pues recibían la presión de los profesionales sanitarios para utilizarla. La consecuencia fue un dramático aumento en la mortalidad infantil.
Estas prácticas dieron pie a que la OMS y sus estados miembros establecieran en 1981 el Código Internacional de comercialización de sucedáneos de leche materna. El código tiene la categoría de recomendación internacional. Adicionalmente, la OMS y UNICEF lanzaron la Iniciativa Hospital Amigo de los Niños (IHAN) en 1991, en la que los acuerdos y protocolos internacionales se tradujeron en diez recomendaciones para los cuidados sanitarios, incluyendo la indicación de que los bebés no deben recibir leche artificial por defecto. En cualquier caso estas prácticas todavía se llevan a cabo. Hace tan solo unos meses, en julio de 2015, Mead Johnson tuvo que pagar 12 millones de dólares por sobornar e influenciar a los trabajadores del gobierno y los hospitales en China.
Patrocinio
En Holanda, algunas partes del código se implementan en la Ley sobre Calidad de los Productos sobre las Fórmulas Infantiles, pero el resto del código se confía a la autorregulación. La Autoridad de Seguridad Alimentaria vigila el cumplimiento. Obviamente las compañías de leche artificial continúan comercializando sus productos de manera menos conspicua. La industria patrocina becas de investigación, consejos de salud, regalos, conferencias y eventos de formación, jugando con los límites del Código de Conducta y de la Ley sobre Calidad de los Productos, algunas veces cruzándolos. “Recogemos las violaciones del código en nuestra web y las reportamos al Nederlandse Voedsel- en Warenautoriteit ” dice Anke Tijtsma, Stichting Babyvoeding, miembro de IBFAN en Holanda. “Recibimos de cinco a ocho casos al mes”.
Se puede comprobar cuán entrelazados están la industria y la comunidad médica en Holanda en 2015 observando el patrocinio de las conferencias para profesionales. Por ejemplo, una conferencia de dos días, Oranjewoudconferentie ofrece “formación científica complementaria y de calidad” teniendo como público objetivo los jóvenes médicos a cargo de niños entre cero y cuatro años. La comisión organizadora de este evento: cinco doctores y un representante de Hero Baby. Otro ejemplo llamativo es el Día de Cuidados Maternales de Holanda: “En esta jornada, los profesionales del cuidado materno pueden ganar un buen número de créditos de formación”. Patrocinador principal: Nutricia. “Estos son ejemplos claros de violaciones del Código”, dice Tijtsma. Más aún, los bebés aún son alimentados con fórmula en los hospitales holandeses sin que sus padreas sean consultados, mientras el apoyo a la lactancia materna aún deja mucho que desear, incluso en los hospitales IHAN.
¿Qué dicen los fabricantes cuando se enfrentan a estas críticas? “Agradecemos la existencia del Código”, dice la portavoz de Nutricia Anja Timmermans. “Apoyamos la lactancia materna, la consideramos importante e informamos a las madres de dicha importancia”. Hugo Stienstra, director de comunicación corporativa de Nestlé, quiere mantener conversaciones con IBFAN y escribe que Nestlé apoya a las madres “proporcionando información y consejos sobre el cuidado diario y la nutrición durante el embarazo y hasta que sus bebés crezcan”. Ambos portavoces dicen que cumplen escrupulosamente las recomendaciones de la OMS. “Sin embargo”, Timmermans asegura que la fórmula infantil puede ser una buena alternativa, y añade que hay una necesidad de “libertad de elección”.
Leche donada
La OMS, mientras tanto, menciona una primera alternativa a la lactancia materna diferente: la leche donada. Desde el avance de las fórmulas infantiles, los bancos de leche oficiales fueron cerrando sus puertas. Pero en los últimos años, la donación de leche está de nuevo en alza, con 203 bancos de leche establecidos en Europa, fundamentalmente en Escandinavia. La leche donada tiene también sus riesgos, que se pueden evitar con los controles y pruebas que se realizan sobre ella para detectar enfermedades transmisibles a través de la leche materna. La leche es sometida a pruebas microbiológicas y a menudo es pasteurizada. En situaciones en las que no es posible hacer analíticas de sangre, por ejemplo en algunas áreas remotas de África, existe una pasteurización “Flash” o “Pretoria”. Con este método de calentamiento, la madre infectada de VIH puede dar a su hijo su propia leche.
Desde hace ya algunos años está activa en Holanda la Red de Leche de Madre (Mother Milk Network en inglés, Moedermelknetwerk en holandés). Esta red conecta donantes con aquellos que necesitan leche donada. “Tratamos de hacerlo de la forma más segura posible sometiendo a las donantes a pruebas analíticas de sangre. Estamos asimismo desarrollando un protocolo de tratamiento de leche donada”, dice la fundadora de la red Chella Verhoeven. En muy poco tiempo esta iniciativa sin ánimo de lucro se ha extendido a 50 países.
¿Podría la leche donada hacer que la leche artificial se quedase obsoleta? “Hemos notado un gran aumento en las donaciones. Sin embargo los trabajadores de los bancos de leche aún creen que no es suficiente”, dice Verhoeven. ¿Qué podría ayudar? “Los análisis de sangre cuestan 95 euros. Si hubiera un modo de hacerlos más baratos o si los seguros de salud cubrieran este coste, la diferencia entre la oferta y la demanda sería mucho menor”. El Centro de Nutrición de Holanda piensa que el objetivo debería centrarse en reducir el porcentaje de mujeres que abandonan la lactancia en las primeras semanas. Irónicamente, existe un banco de leche en Holanda. Este banco de leche pertenece al Centro Médico de la Universidad VU, sin embargo, se ponen de manifiesto los diferentes intereses que hay en juego. “Esto no es un banco de leche, sino un proyecto de investigación. Sólo tienen acceso los bebés prematuros que participan en el estudio”, dice Verhoeven. “La incidencia de sepsis y enterocolitis necrotizante, una inflamación intestinal que ponen en riesgo la vida del neonato, se compara con los bebés que reciben leche donada frente a los que reciben leche artificial. Pero hace mucho tiempo que se ha demostrado que estos problemas tienen menor incidencia en bebés que reciben leche donada. Casualmente, la leche donada del estudio se enriquece con un producto a base de leche de vaca”. La fuente de financiación del estudio: el fabricante de leche de fórmula Mead Johnson Nutrition. Según Stichting Babyvoeding, esto supone una violación del Código de la OMS, pero según la Ley sobre Calidad de los Productos está permitido.
Impacto en la salud y en el medio ambiente
Cumplir el Código no solo tiene impacto en la salud pública, sino que también afecta al medio ambiente. Aunque el informe de IBFAN no es la primera publicación a este respecto, el impacto de la leche artificial es en general bastante desconocido. Si buscas en Google ‘Greenpeace’ y ‘babyvoeding’ encontrarás una campaña exitosa para frenar el empaquetado de leche artificial de la marca Nutricia utilizando papel de la destructiva compañía Asia Pulp & Paper: una campaña dedicada íntegramente al impacto de la leche en polvo en la deforestación. Milieu Centraal, un instituto de investigación medioambiental holandés, habla del impacto de los pañales, pero no de la huella de la leche artificial. Friends of the Earth se centra en la mejora de la ganadería de lácteos en general.
Al mismo tiempo, las organizaciones que promueven la lactancia no se centran en los aspectos medioambientales de la misma. Simone de Kok, presidenta de la Liga de La Leche de Holanda: “Ayudamos a las madres con sus lactancias, los aspectos medioambientales no juegan un papel protagonista”. “El medioambiente no es un argumento importante para nosotros en este momento”, dice Karen van Drongelen, Secretaria de la plataforma de lactancia materna del Centro de Nutrición de Holanda. Por consiguiente, muchas madres no tienen conocimiento del aspecto medioambiental de la lactancia.
De acuerdo con la investigación sobre alimentación con leche en la infancia del instituto holandés de investigación TNO, el medioambiente no aparece en la lista de razones más comunes para amamantar. ¿Quién quiere que sepamos que se preocupan por el medio ambiente? Nestlé y Nutricia. En sus respuestas a nuestras preguntas, ambas compañías decían estar trabajando hacia la sostenibilidad en su cadena de producción. El portavoz de Nutricia, Timmermans, añadía que “el uso de fórmula es inevitable y consecuentemente tiene un impacto en el medioambiente”. Stienstra, de Nestlé, dice, cuando se le pregunta sobre el uso de aceite de palma: “Para finales de 2014, el 82% de nuestro volumen podrá ser rastreado hasta la fábrica de su lugar de origen, el 32% fue cultivado y recolectado de forma responsable. Esto significa que el aceite viene de una plantación que cumple las Guías de Fuentes Responsables o al menos que está trabajando para una continua mejora”. Y sí, hay algo parecido a una leche infantil neutra en emisiones de carbono. El fabricante suizo Holle dice que es el único productor de leche de fórmula que compensa las emisiones de dióxido de carbono. La cuestión por supuesto, sigue siendo si la certificación de materias primas o la compensación de emisiones son soluciones a los problemas de una industria de la que podemos prescindir perfectamente.
IBFAN expresa su intención de hacer campaña para la cumbre del clima en diciembre. Según este grupo activista, es fundamental que los responsables de tomar decisiones tengan constancia de cada factor que contribuya al cambio climático. ¿Hay planes para ir a París desde Holanda? Muchas organizaciones de lactancia tienen presupuestos muy pequeños. Algunas veces su personal es totalmente voluntario. Stichting Babyvoeding no tiene presupuesto para acudir a la cita. “Pero”, como sugiere Tijtsma, “sería estupendo trabajar junto con las organizaciones medioambientales para generar atención a este punto en los medios de comunicación durante la cumbre”.
Merel van Goor den Held escribió “Pies diminutos, huellas enormes” tanto en holandés, como periodista freelance para Friends of the Earth de Holanda, y en inglés para Breastfeeding Today. Es madre de dos niñas pequeñas y monitora de la Liga de La Leche desde 2013.