Suplementación al pecho

Diana West, BA, IBCLC y Diane Wiessinger, MS, IBCLC
Traducido por Inma Mellado, Madrid, Spain
Foto: Lynn Adams

Suplementación al pecho a largo plazo para el bebé amamantado

Por diversas razones, algunos bebés no reciben la suficiente leche materna para ganar peso. Algunas veces el problema reside en que el bebé tiene dificultades para sacar la leche del pecho de manera adecuada; a veces la madre no fabrica suficiente leche. Darse cuenta de que tu bebé necesita más leche, puede resultar frustrante, especialmente cuando la producción de leche es baja.

Naturalmente, tú quieres que tu bebé tenga la nutrición que necesita y es estupendo que existan alternativas a tu propia leche, pero al mismo tiempo, puede ser decepcionante descubrir que tus pechos no están fabricando suficiente leche para tu bebé. Sin embargo, tu bebé necesita comer suficiente comida tanto para crecer  bien como para tener la energía necesaria para mamar eficazmente. Así que necesita suplementos.

En algunos casos es necesario suplementar solo durante un periodo corto de tiempo, mientras se toman las medidas necesarias para incrementar la producción. En otras situaciones, tales como tejido glandular insuficiente, cirugía mamaria,  lactancia inducida o problemas metabólicos, pueden existir limitaciones con respecto a cuánto se puede incrementar la producción de la madre y por tanto, la suplementación podría ser necesaria de forma indefinida.

Hay muchas formas de suplementar a los bebés amamantados que lo necesitan, pero muchas mujeres que necesitan suplementar a largo plazo eligen biberones o suplementación al pecho. Cada una de ellas tiene ventajas y desventajas, dependiendo de tus circunstancias personales y de tus preferencias. Puedes incluso utilizar diferentes dispositivos en diferentes momentos.

¿Por qué elegir suplementación al pecho?

Aunque los biberones pueden ser utilizados de forma efectiva durante toda una relación de lactancia, muchas madres que necesitan suplementar desean disfrutar de una experiencia de lactancia completa.  La suplementación al pecho no solo permite que la madre y el bebé disfruten de una relación de lactancia materna en exclusiva, también puede maximizar la cantidad de leche que el bebé saca del pecho ya que está al pecho durante toda la toma. Además elimina la confusión tetina-pezón y la confusión por la diferencia de flujo. La suplementación al pecho es especialmente útil si la baja producción de leche se debe a “causas maternas” tales como tejido glandular insuficiente, lactancia inducida o problemas metabólicos, pero los suplementadores se pueden utilizar en cualquier situación con baja producción de leche siempre que el bebé sea capaz de sacar suficiente leche del dispositivo en cuestión.

La suplementación al pecho se puede utilizar de forma indefinida—durante tantas semanas, meses o años como ambos queráis, con tanta leche como seas capaz de producir o incluso si no produces nada de nada—sin que tu bebé pierda interés en mamar de tu pecho, ya que es después de todo, ¡su fuente de alimento!

El desarrollo de los suplementadores al pecho
Lynn Adams

En 1969, John Avery y su mujer, Jimmie Lynne, se estaban preparando para adoptar un bebé. Como dijo Jimmie, “No teníamos ninguna preocupación sobre nuestra capacidad de amar a nuestros hijos adoptados. Mi gran desilusión  era no ser capaz de disfrutar del embarazo y el parto. Era darme cuenta de que no sería capaz de amamantar.” Así que John se las ingenió para diseñar un pequeño tubo de plástico que iba desde un contenedor a la boca del bebé mientras éste mamaba, proporcionándole leche. Cuando llegó el bebé, funcionó de maravilla, y se dieron cuenta de que podría ayudar a muchas otras madres también. Tras unos cuantos años de investigación y diseño, desarrollaron un producto comercial llamado Lact-Aid®, que todavía está a la venta (lact-aid.com).

En los años 80 del siglo pasado,  Medela, Inc. desarrolló un producto similar, llamado Sistema de Nutrición Suplementaria (SNS), que está disponible en tiendas y hospitales en gran parte del mundo. Es probable que otras empresas creen en el futuro otros dispositivos para la suplementación al pecho.

Se pueden fabricar suplementadores al pecho de forma barata usando una sonda del #3.5 o del #5 (disponible a través de proveedores de productos sanitarios) insertada en un biberón normal. En cualquier caso, muchas madres que suplementan a largo plazo prefieren la conveniencia y durabilidad de los productos comerciales de suplementación al pecho. Aunque supone un gasto añadido, es con mucho, menos costoso que las consecuencias de la alimentación con leche artificial.

¿Por qué no usan suplementadores todas las madres que suplementan?
Johanna Sargeant

Los suplementadores al pecho tienen inconvenientes. Prepararlos y limpiarlos requiere más esfuerzo de lo que requiere un biberón. Puede ser que tanto tú como tu bebé necesitéis algunos días, incluso semanas, para aprender cómo usarlos lo suficientemente bien para sentiros cómodos. Será necesario que vigiles la ganancia de peso de forma estrecha para estar segura de que tu bebé recibe suficiente leche. Los suplementadores tienden a gotear si no se montan bien. Amamantar en público de forma discreta requiere planificación y cierta coordinación. Pero a pesar de los inconvenientes, muchas madres sienten que la suplementación al pecho les brinda una experiencia muy cercana a la lactancia materna exclusiva, mientras que un biberón es… un biberón.

Cómo elegir un suplementador

Las dos alternativas comerciales disponibles en estos momentos tienen funciones similares, pero su diseño es muy distinto. El SNS usa una botella rígida y más bien plana con dos tubos firmes que llegan a ambos pechos. El producto Lact-Aid usa bolsas desechables para almacenar la leche  y un tubo blando y único para llegar al pecho. Sea cual sea el que elijas, ayuda muchísimo trabajar con alguien que tenga experiencia en su uso mientras tú le vas cogiendo el tranquillo.

Suplementador con contenedor rígido

Un suplementador de contenedor rígido como el SNS de Medela, cuenta con una botella rectangular que contiene el suplemento. Se cuelga boca abajo de un cordel ajustable alrededor de tu cuello. Del tapón invertido de la botella salen dos tubos; cada uno de ellos se coloca en un pezón utilizando un esparadrapo suave que no daña la piel. En el tapón de la botella hay unas ranuras que te permiten pinzar los tubos para interrumpir el flujo. El tapón tiene una válvula que permite que el aire se filtre según sale la leche. Leche fuera, aire dentro: ese es el principio básico del sistema de contenedor rígido.

Dada la rigidez de su estructura, el SNS es fácil de llenar, mantener refrigerado o ser transportado en una nevera portátil con un riesgo bastante bajo de que se produzcan pérdidas de leche. Sin embargo, como la leche solo sale de la base de la botella, ha de ser situado de forma vertical, o bien mantenerlo en posición vertical cuando tú te tumbas. El contenedor tiene marcas de volumen en un lado, lo que te permite saber fácilmente la cantidad de leche que está tomando tu bebé—esto resulta especialmente útil al principio, cuando estás intentado que las cosas funcionen, pero bastante menos útil después, cuando tú ya conoces las necesidades y la forma de alimentarse de tu bebé.

El SNS viene con tres tamaños diferentes de tubos para ayudarte a regular el flujo de leche, de forma que ni agobias a tu bebé con la cantidad de leche ni tiene que trabajar mucho para sacarla. También puedes variar el flujo subiendo o bajando la botella—si está más alta el flujo será más abundante y menor si está más baja, lo que requerirá que tu bebé succione con más vigor. La leche debe fluir de forma que tu bebé tenga que succionar activamente, sin que le resulte difícil obtener la leche. Un flujo erróneo puede establecer rutinas de succión incorrectas.

Dependerá de tu bebé qué tamaño de tubo elegir. Un bebé que esté muy por debajo del peso debido o que tenga una succión débil podría alimentarse del tubo de mayor diámetro, mientras que un bebé que está aumentando bien de peso podría necesitar un tubo menor. Muchas madres empiezan con el tubo mediano. Si el flujo de leche no es suficiente incluso cuando la botella está tan alta como sea posible, una opción puede ser pegar ambos tubos al mismo pecho, o pegar un tubo a un lado de la botella mirando hacia arriba y despinzarlo, de forma que el aire entre más rápidamente en el depósito. La leche sale solo cuando el aire entra, de modo que cuanto más rápido entre el aire en el depósito, más rápido saldrá la leche de él.

¿Qué pasa si alguien se percata de la existencia del suplementador y pregunta por él? Puede ser una oportunidad para informar a los demás de los beneficios de la lactancia materna que ese dispositivo está haciendo posible.

Los suplementadores con contenedor rígido pueden hacer un sonido burbujeante a medida que el aire entra en dicho contenedor, porque el aire burbujea a través de la leche que queda. Es un sonido reconfortante que indica que todo está funcionando correctamente. Otras maneras de saber que tu bebé está bebiendo bien son: ver a tu bebé tragar activamente y una sensación de frescor en tus pezones a medida que el suplemento pasa sobre ellos.

Suplementadores con bolsa

Los suplementadores con bolsa como el Lact-Aid usan bolsas de plástico estériles y desechables como contenedor de leche. El Lact-Aid tiene dos tamaños de bolsa: 135 ml (4.5 oz) y 210 ml (7 oz). La bolsa se cuelga de tu cuello con una correa ajustable que se cierra en la parte superior con una anilla de sujeción. Un tubo con forma de pajita recorre la bolsa desde la parte de arriba que está sellada hasta la parte inferior. Un segundo tubo delgado sale de la parte superior hasta tu pezón. Hay un único tubo en cada unidad, las madres que amamantan gemelos a la vez pueden usar dos dispositivos Lact-Aid, uno en cada pecho.

El flujo se controla ajustando la altura de la bolsa con la correa del cuello—cuanto más alto más aumenta la velocidad de flujo, cuanto más bajo, más disminuye la velocidad. Aunque hay una pinza que impide el paso del suplemento, generalmente no se usa porque dicho suplemento fluye desde la parte de arriba de la unidad de forma que sólo fluye cuando tu bebé succiona. Por esta razón puedes amamantar tumbada sin preocuparte de que gotee, siempre y cuando no lo aprietes.

¿Qué diseño es mejor para ti?

A lo largo de los años, muchas madres que han usado los dos dispositivos han hecho comentarios sobre ellos a las monitoras de la Liga de La Leche y a las consultoras de lactancia, tanto en listas de correo electrónico como en foros de Internet.  A continuación se muestran los comentarios más comunes:

El precio de ambos productos comerciales es más o menos el mismo. Hay un mayor gasto inicial con el SNS (a no ser que lo compres por partes, en lugar del kit completo), pero no tienes el coste continuo de las bolsas desechables del Lact-Aid.

Contenedor Rígido

  • El contenedor se parece a un biberón y es más fácil de montar.
  • Cambiar de lado es más fácil porque hay dos tubos que se pueden colocar en su lugar antes de empezar la toma.
  • Más barato a la larga porque no hay que comprar ningún material adicional.
  • Más fácil de medir lo que toma el bebé, lo que puede suponer un problema hasta que sabes cuál es el comportamiento normal y la forma de mamar de tu bebé.
  • Puede ser incómodo cuando tratas de colocar a tu bebé en el pecho.
  • EL segundo tubo se puede poner por medio y ser una tentación para jugar con él.
  • El suplemento puede seguir goteando de los tubos cuando el bebé se suelta de repente, especialmente si los tubos están abiertos.

Amamantar en público se hace difícil.

Contenedor de bolsa

Ventajas
  • Menos voluminoso y menos ruidoso, así que es más fácil amamantar en público.
  • La bolsa es más suave y más cómoda en contacto con la piel de la madre.
  • La unidad principal es más fácil de limpiar porque las bolsas son desechables.
Desventajas
  • Cuesta más aprender a usarlo.
  • Más difícil de montar.
  • Las bolsas llenas se tienen que transportar en posición vertical.
  • Como las bolsas son desechables, hay más gasto a largo plazo.

Trucos prácticos para usar un suplementador al pecho

La mayoría de los siguientes trucos son aplicables a ambos tipos de suplementadores; algunos son más específicos de uno de los tipos.

Tipos de leche artificial

La leche artificial concentrada o lista para ser usada suele atascar con menos facilidad que la que se reconstituye a partir de polvo, aunque esta última funciona correctamente si se mezcla bien con el agua. Si la agitas bien durante un minuto o dos es muy posible que desaparezca cualquier grumo. El Lact-Aid viene con un colador para utilizarlo con leche artificial en polvo. Si notas que se queda mucha leche artificial en el colador, has de mezclar mejor para asegurarte de que haya un correcto equilibrio de nutrientes.

Cantidad de suplemento

Un bebé amamantado “promedio”, en un pecho “promedio” toma todo lo que necesita, tan a menudo como quiere. Esto se cumple también para los bebés suplementados al pecho. No hace falta preocuparse por la cantidad que mama en una toma determinada—solo tienes que vigilar que su ganancia de peso sea la adecuada a lo largo del tiempo para estar segura de que toma todo lo que necesita.

El verdadero reto al principio es saber cuánto suplemento poner en el contenedor. Si has suplementado a tu bebé con biberón y gana peso bien, entonces tienes una idea real de cuánto puede necesitar. Comienza con esa cantidad y no te sorprendas si toma menos. En la mayoría de los casos, mamará durante más tiempo que cuando le dabas los biberones, de forma que es muy posible que tome más de tu leche. Con el tiempo, esto incrementará tu producción.

Cuando empieces a usar el suplementador, observa a tu bebé. No debería tener que esforzarse demasiado. Fíjate en cómo traga (una succión más larga y profunda y probablemente un sonido tipo “keh”) cada dos o tres succiones durante la mayor parte de la toma. Hará pausas, por supuesto, tal y como tú las haces durante las comidas. Pero si succiona 4, 5 o más veces  para cada trago, o tiene dificultad para respirar, hace falta cambiar algo. Los bebés con paladar hendido, succión débil u otras afecciones que les dificulten la succión correcta pueden no ser capaces de ganar peso correctamente sin el uso de dispositivos especiales o de algunas modificaciones.

Cuenta con que la toma dure como una toma normal de pecho o como dar un biberón. Esa es una de las grandes cosas de suplementar al pecho. Le estás dando el pecho y el suplemento en la misma cantidad de tiempo. Y no dudes en ofrecer tentempiés (al pecho) también, con o sin suplementador—así es como funciona normalmente la lactancia.

Muchas madres han encontrado formas innovadoras para usar sus suplementadores rígidos en público. Si llevas ropa ancha o con varias capas, el suplementador se vuelve casi invisible.

Extraerse o no extraerse leche

Extraerse leche además de amamantar y suplementar puede ayudar a aumentar la producción de leche. Si tu producción es correcta pero tu bebé no mama de manera eficiente, extraerte leche te permitirá suplementar con tu propia leche en lugar de utilizar leche artificial. Si tu bebé mama de forma eficiente y tu producción es baja, quizá decidas que el placer de amamantar a tu bebé es toda la “extracción” que necesitas.

Calentar el suplemento

¡No necesitas calendar el suplemento! Antes de llegar a tu bebé está junto a tu piel y fluye a través de un tubo delgado que se posa sobre tu piel. Tú te conviertes en la unidad de calentamiento. Por la misma razón, sin embargo, en los suplementadores rígidos la leche comenzará a fluir muy rápidamente cuando abres el tubo por primera vez.

Si acabas de preparar el suplemento a partir de leche en polvo usando agua hirviendo, tal y como se indica en la tabla “Guías para una suplementación segura” que se muestra más abajo, tienes que enfriarla, no calentarla. En ese caso, asegúrate de enfriarla hasta la temperatura corporal o por debajo, para evitar quemaduras.

Suplementando de forma segura

El crecimiento bacteriano es mucho más rápido en la leche artificial que en la leche humana. La contaminación puede ocurrir en casa o en la propia fábrica. Las infecciones causadas por leche artificial en polvo contaminada ocurren principalmente en bebés hospitalizados, prematuros o recién nacidos. Son extremadamente serias, pero también extremadamente raras.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha ideado una forma de reducir el riesgo. Parte del método consiste en preparar la leche que va a ser utilizada en cada toma y prepararla con agua hervida justo antes de la preparación. Cosa nada simple, ¡especialmente cuando tu bebé está llorando porque quiere comer! Y esto significa que ni tú ni tu pareja debéis preparar los suplementos para un día todos de golpe.

Este es uno de los miles de dilemas a los que te tendrás que enfrentar en la maternidad. Has elegido usar un suplementador al pecho para mantener una relación de lactancia y para optimizar el acceso de tu bebé a tu leche. Pero las recomendaciones de la OMS requieren mucho tiempo. Puedes utilizar leche artificial líquida y estéril pero más cara (asegúrate de diluir el concentrado de acuerdo con las instrucciones); puedes cambiar de tipo de leche artificial a lo largo del día de forma que tu rutina diaria sea lo más coordinada posible. Toma la decisión basándote en toda la información y con una mirada realista a tus objetivos.

Guías para una suplementación segura

Tipo de suplemento
Instrucciones de seguridad
Leche humana refrigerada. La más resistente de todas. Se debe usar antes de 8 días si está refrigerada a menos de 4° C (39° F). Si tu bebé ha bebido de ella, se puede refrigerar para usarla en la siguiente toma o antes de dos horas si no se refrigera (cuanto más alta sea la temperatura, menos tiempo dura; no se han investigado los tiempos exactos).
Leche humana congelada Se debe usar antes de 24 horas desde la descongelación, en caso contrario se debe volver a congelar. Si el bebé ha bebido de ella, ver arriba.
La leche de fórmula en polvo no es estéril; se han dado algunos casos de infección por Enterobacter sakazakii Hierve agua del grifo (no de botella). Mézclala con la leche en polvo mientras aún esté al menos a 70°C (160°F). Mide el agua y el polvo cuidadosamente, agítalo para que se mezcle. Utilízala inmediatamente, tras ser enfriada a temperatura corporal o menor. Si no se puede utilizar inmediatamente, refrigérala durante 4 horas como máximo antes de usarla. Los restos se pueden usar en dos horas o tirarlos.
La leche artificial concentrada es más cara pero es estéril hasta su apertura. Mezclar siguiendo las instrucciones utilizando agua del grifo previamente hervida. Almacenar en el frigorífico durante un máximo de 24 horas. Se pueden utilizar los restos durante un máximo de una hora o tirarlos. Sigue las instrucciones sobre la caducidad de la fórmula que no haya sido usada conservada a temperatura ambiente o en frigorífico.
La leche artificial lista para ser usada es la más cara, pero está estéril hasta su apertura. Almacenarla en el refrigerador durante un máximo de 24 horas. Se pueden utilizar los restos durante un máximo de una hora o tirarlos. Sigue las instrucciones sobre la caducidad de la fórmula que no haya sido usada conservada a temperatura ambiente o en frigorífico.
Sea cual sea la leche que utilices, asegúrate de limpiar los utensilios, aunque no sea necesaria su esterilización.

Almacenar contenedores llenos en lotes

Para ahorrar tiempo de preparación, muchas madres que usan suplementadores al pecho llenan varios contenedores y los refrigeran, de forma que los puedan usar a lo largo del día, eliminando la necesidad de prepararlos individualmente. Es mucho más fácil preparar contenedores con tiempo que tratar de hacerlo cuando tu bebé está llorando y hambriento y tú te sientes agobiada. Desde el punto de vista del bebé, minimizar el tiempo de espera o llanto para comer refuerza su seguridad en que sus necesidades serán atendidas y maximiza la armonía de tu relación de lactancia. Preparar un lote de contenedores en el frigorífico puede ser ¡un regalo diario maravilloso por parte de tu pareja!

Puedes comprar botellas extra del SNS aparte del kit completo y unidades extra del Lact-Aid además de bolsas extra. Incluso si solo tienes un dispositivo, puedes unir varias bolsas llenas con una pinza para darles más estabilidad y almacenarlas en posición vertical en el frigorífico dentro de un contenedor estable como una taza grande de café. La marca Lact-Aid también fabrica un recipiente especial para almacenar bolsas llenas en el frigorífico.

Recuerda que si estás suplementando con leche artificial, es muy importante que uses los contenedores preparados antes de 24 horas. La leche artificial tiene una vida útil muy corta.

Cómo viajar con los contenedores llenos

Los contenedores rígidos llenos de leche se pueden almacenar en una nevera portátil, incluso en una nevera casera hecha con bolsas de pañales. Los contenedores flexibles (tipo bolsa) se pueden transportar en unidades refrigeradas especiales que venden los propios fabricantes, o se pueden introducir en contenedores de plástico con tapa a rosca o a presión que las mantengan en posición vertical e introducir dichos contenedores en una nevera portátil normal.

La colocación de los tubos

Puedes ver este vídeo (en inglés) del Dr. Jack Newman en el que demuestra cómo utilizar un suplementador al pecho. En la mayoría de los casos, es más fácil colocar el tubo en el pezón y después colocar al bebé al pecho. De manera habitual, se aconsejaba poner el tubo de forma que entrara en la boca del bebé bajo el centro de su labio superior, pero a muchas madres les resulta más fácil colocar a sus bebés al pecho si el tubo pasa sobre la lengua del bebé. Siempre que el tubo esté dentro del “túnel de succión” formado por el labio superior y el hueco de la lengua, el bebé podrá sacar leche de él. Si se pone el tubo de forma que sobresalga del pezón, tal y como recomiendan los fabricantes, puede facilitar al bebé que lo use como si fuera una pajita y por tanto le impedirá succionar correctamente del pecho en sí. Si esperas a que tu bebé comience a succionar para liberar el flujo del tubo, es menos probable que tu bebé descubra y confíe en el efecto pajita.

Normalmente los bebés se acostumbran muy rápido a la sensación del tubo en su boca. En cualquier caso, si percibes que tu bebé se confunde con el tubo o que tiene dificultades para agarrarse, puedes agarrarle primero al pecho y después intentar deslizar el tubo por la comisura de su boca cuando parezca que está tranquilo. Esto no funciona con todos los bebés, especialmente cuando se agarran bien y sellan fuertemente su boca en el pecho. Si insertas el tubo después de que tu bebé se agarre, trata de situarlo hacia la parte superior y trasera de su boca. Tanto si introduces el tubo bajo su labio superior o por la comisura de su boca después de que se agarre, el tubo debe llegar más o menos a la altura del final de tu pezón y debe permanecer dentro del “túnel de succión”, o será incapaz de sacar el suplemento de él. Una vez que estés satisfecha con la posición del tubo y tu bebé esté succionando, puedes liberar el pinzamiento del tubo y permitir que fluya el suplemento.

Si te das cuenta, como le pasa a algunas madres, de que tu bebé empuja el tubo con su lengua y lo descoloca, trata de mantenerlo en su sitio poniendo tu dedo sobre el tubo contra tu pecho, justo bajo su labio superior. También puedes probar cambiando el tubo al lado contrario de la boca (arriba o abajo), dado que es difícil que sea capaz de utilizarlo como una pajita si está en otro lugar.

Si tus pechos son muy grandes y te resulta difícil sostenerlos para agarrar al bebé al pecho y que a la vez el suplementador se mantenga en su sitio, puedes probar a presionar tu mano libre plana contra tu pecho, sobre tu mama. Mientras estés presionando contra tu pecho, desliza tu piel hacia tu cuello. Esto elevará tu mama y mantendrá tu mano alejada, dejando un montón de espacio libre para que tu bebé se agarre.

Cómo asegurar el tubo

Es posible que no necesites esparadrapo para mantener el tubo en su lugar, pero muchas madres que utilizan suplementadores al pecho de los dos tipos, dicen que el sistema funciona mejor si los tubos están seguros.

El tubo se quedará en su lugar con más seguridad si se pone el esparadrapo de forma longitudinal y no transversal. Puedes poner esparadrapo a lo largo de todo el tubo hasta tu pezón para evitar que se mueva mientras el bebé se agarra—es muy raro que tu bebé note el tacto del esparadrapo en sus labios.

Uno de los problemas asociados al uso del esparadrapo es que puede irritar tu piel, especialmente si se pone y se quita muchas veces al día. Para reducir la irritación, Catherine Watson Genna, BS, IBCLC, recomienda mojar la parte trasera del esparadrapo con una toallita mojada cuando te lo quieras quitar. El esparadrapo se saturará y caerá prácticamente por sí solo.

Otra manera de evitar la irritación es pegar una larga tira de esparadrapo en tu pecho que sirva de “base”, y después poner el tubo sobre ella utilizando otro trozo de esparadrapo sobre el tubo. La capa superior de esparadrapo se quita con facilidad. La base se cambia solo cuando sea necesario.

Suplementar al pecho no solo permite que madre y bebé disfruten de una relación exclusiva de lactancia, también maximiza la cantidad de leche que el bebé saca del pecho ya que pasa toda la toma succionándolo.

O también puedes utilizar vendajes adhesivos o en modo mariposa para sujetar los tubos. Solo hay que poner el vendaje horizontalmente donde pondrías el esparadrapo y deslizar el tubo bajo la parte no adhesiva del vendaje en cada toma. El vendaje adhesivo se puede dejar en su lugar tanto como permanezca seguro, a menudo durante una semana o más.

Otras madres prefieren usar un esparadrapo especial para pelo (que se puede encontrar en droguerías o tiendas de productos de belleza), porque se mantienen en su lugar pero no resulta molesto cuando se quita y se pone varias veces.

Dado que la colocación correcta de los tubos es vital para que el suplementador funcione bien, muchas mujeres han encontrado formas muy creativas de conseguirlo. Una madre a la que no le apetecía hacer un trabajo muy exhaustivo con el esparadrapo, encontró la forma de limpiar los tubos sobre el fregadero con los tubos aún colocados. Otra midió los tubos hasta el final de su pezón, colocó el final del tubo en la boca de su bebé y después lo atrajo hacia su pecho en un agarre “en dos tiempos”. Incluso otra marcó con bolígrafo el recorrido de los tubos sobre su pecho durante una toma que había ido especialmente bien; la siguiente toma, sabía que si los tubos se alineaban con la marca, tendría el longitud adecuada para conseguir un flujo correcto.

Una alternativa al uso del esparadrapo o de vendajes adhesivos es simplemente utilizar tu sujetador de lactancia para mantener los tubos en su lugar. Desliza el tubo entre tu sujetador y tu piel.

Los tubos como juego

Johanna Sargeant

Los bebés de casi cualquier edad están encantados de jugar con los tubos de los suplementadores, algunas veces descolocándolos en el juego. Aquí tienes algunas ideas que usan las madres para minimizar el juego:

  • Asegúrate de que los hombros de tu bebé estén presionados cómodamente contra ti.
  • Mantén el brazo inferior de tu bebé entre su cuerpo y el tuyo, de forma que solo tenga una mano libre.
  • Sujeta el brazo superior de tu bebé con la mano del brazo que usas para cogerle.
  • Cubre el tubo con tus manos cuando el bebé comience a mamar y hasta que esté calmado mamando. Cuando esté tranquilo, quita suavemente la mano del tubo y sujeta su mano superior.
  • Ponte un sujetador tipo top o una camiseta ajustada con agujeros de acceso sobre la botella y los tubos.
  • Ponte un pañuelo de cuello de vivos colores que atraiga la atención de tu bebé y deja que juguetee con él con sus manos.
  • Si el bebé es más mayor, puedes darle algo para que juegue con ello mientras mama, un juguete blandito o un collar de grandes cuentas  (un “collar de lactancia”).
  • Coloca el tubo en el lado de la lengua en tu pecho mejor que en su labio superior, de forma que lo tenga menos a mano.

¿Cuánto tiempo lo necesitaré?

Alison Widdup

Dependiendo de cuánta leche estés produciendo y de cuán interesado esté tu bebé en comer otras cosas, necesitarás el suplementador hasta que tu hijo comience a comer otros alimentos, alrededor de la mitad del primer año, o puede que lo necesites durante algunos meses más. Para un porcentaje pequeño de bebés mayores, el suplementador es necesario durante su segundo año de vida. No todos los bebés están preparados para comer otros alimentos de forma regular a esa edad; algunos se resisten a beber en taza o vaso y algunos quieren que siga saliendo mucha leche cuando maman.

A pesar de los inconvenientes, muchas madres sienten que la suplementación al pecho les brinda una experiencia muy cercana a la lactancia materna exclusiva, mientras que un biberón es… un biberón.

Algunos bebés más mayores aceptan de mala gana la suplementación al pecho y prefieren el pecho desnudo a pesar de que haya menor suministro; otros se dan cuenta de que cuando está el tubo hay más leche y ayudan a que todo esté bien colocado. Llegará un momento en que tu bebé esté preparado para dejar el suplementador para muchas o para todas las tomas. La forma en la que esto ocurra puede ser tan distinta como bebés diferentes hay.

Usar el suplementador en público

Aunque sea muy tentador preparar el suplementador lleno y puesto en su sitio antes de salir de casa de forma que sea fácil usarlo en público, no es una forma segura de uso si va a pasar más de una hora antes de la próxima toma, especialmente si hay leche artificial en el suplementador; las bacterias crecen rápidamente en un entorno cálido. Es muy importante que los suplementos de fórmula artificial permanezcan refrigerados en una nevera portátil hasta su uso.

Muchas madres han encontrado formas innovadoras para usar sus suplementadores rígidos en público. Si llevas ropa ancha o con varias capas, el suplementador se vuelve casi invisible. Quizá prefieras colocar el contenedor y los tubos en un lugar privado, tal como el baño o una sala de lactancia o de cambio de pañal, antes de ir a una zona más pública del restaurante o del centro.

Dado que la bolsa es muy fina en los suplementadores que la usan, se puede esconder bajo la ropa aún con más facilidad. Algunas madres hacen una bolsa de tela estampada para meter la unidad y que el amamantamiento en público sea aún más discreto. Se puede coser un pequeño clip metálico a la bolsa de tela para que la puedas unir a tu sujetador eliminando la necesidad de usar la correa al cuello. Las bolsas llenas se pueden sacar de su contenedor de almacenaje y meter en la bolsa de tela a través de la ranura de una camiseta de lactancia o desde la parte de abajo de una blusa. Muchas madres piensan que es muy útil practicar delante de un espejo de cuerpo entero antes de utilizar el suplementador en público.

Suplementar al pecho en público se hace más difícil a medida que el bebé crece, se vuelve más activo y se distrae con facilidad. La clave para suplementar a un bebé activo en público es buscar un lugar relativamente tranquilo para amamantar, con menos distracciones, especialmente cuando el bebé esté cansado o hambriento. Si mantienes un dedo en los tubos o te pones un top ajustado sobre el suplementador puedes evitar que tire de él y lo descoloque. Muchas madres creen que es buena idea amamantar a sus bebés una media hora antes de cuando suelen volver a tener hambre, de forma que estén de mejor humor y cooperen más durante la toma.

¿Qué pasa si alguien se percata de la existencia del suplementador y pregunta sobre él?

Puede ser una oportunidad para informar a los demás de los beneficios de la lactancia materna que está haciendo posible ese dispositivo. No hace falta que des detalles sobre tu situación. Solo concéntrate en que os permite a ti y a tu bebé disfrutar de la lactancia que de otra forma os habríais perdido. La reacción habitual es de asombro por la existencia de estos  dispositivos, seguido de admiración y aceptación. Esto te reafirmará en la idea de que ¡estás hacienda algo genial por tu bebé y por ti misma!

Lo más importante de todo, desde luego, es lo que tu bebé y tú pensáis de la experiencia. Un suplementador al pecho se suele ver como un artilugio incómodo al principio… pero se puede convertir en un amigo en quien confiar, que te ayuda a mantener tu lactancia en buena forma.

Diana West, BA, IBCLC, es líder de LLL y co-autora junto a Teresa Pitman y Diane Wiessinger de la octava edición del libro de la Liga de La Leche Internacional El Arte femenino de Amamantar y de  Sweet Sleep. Es co-autora junto a Lisa Marasco, MA, IBCLC, de The Breastfeeding Mother’s Guide to Making More Milk, y con el Dr. Elliot Hirsch de Breastfeeding After Breast and Nipple Procedures. Es también la autora de Clinician’s Breastfeeding Triage Tool y de  Defining Your Own Success: Breastfeeding After Breast Reduction Surgery. Vive junto a sus tres hijos y su marido en las pintorescas montañas de Oeste de Nueva Jersey.

Diane Wiessinger, MS, IBCLC, es líder de la Liga de La Leche desde 1985 y trabaja como Consultora de Lactancia en su consulta privada en Ithaca, Nueva York. Es la autora de muchos artículos sobre lactancia, así como una conferenciante muy valorada. Diane comenzó sus estudios sobre comportamiento animal hace 30 años. Es co-autora de la octava edición de El Arte Femenino de Amamantar y Sweet Sleep. Puedes consultar su colección de folletos  “Common Sense Breastfeeding” (en inglés).