Preguntas frecuentes sobre la lactancia después de una pérdida

Traducción: Pedro Bernal Duque

(Versión en inglés: Commonly Asked Questions about Lactation after Loss)

Algunas madres en duelo sufren una pérdida posparto después de haber amamantado previamente o de extraerse la leche múltiples veces al día, mientras otras pierden al bebé en el útero o al nacer, antes de haber tenido la oportunidad de amamantarlo. Sin importar el tipo de pérdida, la lactancia es una realidad para la mayoría de madres en duelo en medio de toda la conmoción, el dolor y la tristeza causados por la pérdida de su bebé. Hay aspectos fisiológicos y emocionales de la lactancia que deben ser abordados con la familia cuando un bebé muere.

Si tú o alguien que conoces ha sufrido la pérdida de un pequeño recientemente, aquí hay algunas preguntas y respuestas frecuentes sobre la lactancia que podrían ser útiles:

¿Qué debería hacer si había estado amamantando o extrayendo mi leche múltiples veces al día cuando murió mi bebé?

Cuando tu bebé muere, tu cuerpo continúa produciendo leche. Necesitas continuar extrayéndote, aunque puedes  ir acortando de manera gradual el tiempo que pasas bombeando y alargar el tiempo entre extracciones, para que tu cuerpo reciba la señal de reducir y eventualmente parar la producción de leche. Mantenerse cómoda y evitar la congestión es una prioridad cuando todavía estás produciendo leche y no puedes amamantar. Incluso podrías tener conductos obstruidos o mastitis, si la leche no se extrae del pecho. Aún si decides hacer que tu cuerpo deje de producir leche inmediatamente, por lo general tendrás que extraer tu leche para aliviar la incomodidad y prevenir la congestión, por al menos una o dos semanas después de la muerte de tu bebé. Cuando tus pechos se sientan llenos, extrae algo de leche para aliviar cualquier malestar. Si extraes justo lo suficiente para aliviar tu incomodidad durante cada sesión de bombeo, sentirás descongestión y empezarás a entrenar tu cuerpo de una forma cómoda para que produzca menos y menos leche. La cantidad de tiempo que tarda detener la producción de leche varía de madre a madre.

¿Qué debería hacer si tengo un congelador lleno de leche materna tras la muerte de mi bebé?

Al morir tu bebé, la leche que extrajiste puede ser almacenada en un congelador de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) si diste a luz en un hospital, o en tu congelador en casa. Si todavía tienes leche congelada en el hospital cuando te den de alta, puedes llevar la leche a casa contigo, hacer que el hospital deseche la leche si lo deseas, o donar la leche a un banco de leche sin ánimo de lucro.

¿Cuáles son mis opciones si no quiero desechar mi leche?

Algunas madres en duelo no quieren desechar su leche almacenada porque es un recuerdo y una conexión con su bebé. Una alternativa es donarla a un banco de leche sin ánimo de lucro, que provee este alimento a los bebés más frágiles. La mayoría de bancos de leche sin ánimo de lucro seleccionan, recolectan, procesan y distribuyen las donaciones a bebés cuyas madres no pueden suministrar la leche requerida para satisfacer sus necesidades. La mayoría de la leche que se dona a bancos sin ánimo de lucro en los Estados Unidos y Canadá, por ejemplo, va a varias UCIN para bebés con problemas intestinales, cardíacos, o algún otro impedimento médico que haga que se beneficien de recibir leche donada.

Mi bebé murió en el útero o al nacer. ¿Produciré leche incluso si mi bebé no sobrevivió?

Una mujer puede empezar a producir y gotear leche a partir de las doce semanas de gestación. Por tanto, tu cuerpo probablemente empezará a producirla, incluso tras la muerte de tu bebé en el útero o al nacer. Incluso si quieres secar tu leche inmediatamente, es importante aprender a manejar tu suministro en los días y semanas siguientes a la pérdida, para mantener tu comodidad física y evitar la congestión.

Si mi bebé muere en el útero o al nacer, ¿qué debo hacer cuando empiece a producir leche?

La forma más efectiva de encargarse de la leche cuando tu cuerpo comience a producirla después de la muerte de tu bebé, es extraerla o bombearla para prevenir la congestión. Si solo remueves la cantidad suficiente para reducir la presión en tus pechos, pero no tanto como para vaciarlos y que produzcan más leche, se reducirá con el tiempo tu producción. Cuando tus pechos se sientan llenos o incómodos, extrae una cantidad pequeña de leche para aliviar cualquier malestar. Esto generalmente tarda solo unos pocos minutos. Puedes necesitar extraer cada pocas horas, desde unos cuantos días hasta unas cuantas semanas después del parto para mantener la comodidad y prevenir cualquier dolor físico por congestión. Muchas madres descubren que un extractor eléctrico de grado hospitalario es la forma más fácil y efectiva de bombear con mayor comodidad. Otras han usado extracción manual. Si no hay un extractor eléctrico disponible, puedes usar uno manual o extraer con tu mano. Puedes desechar la leche inmediatamente después de extraerla, o la puedes almacenar en el congelador, en el hospital, si lo permiten mientras estés en ese lugar, o en tu congelador, en casa, si estás bombeando allí.

¿Puedo continuar bombeando mi leche más de lo que es necesario para mantenerme cómoda?

Puedes continuar extrayendo tu leche después de que tu bebé muera. Algunas madres se dan cuenta de que extraer leche regularmente les ayuda a atravesar el proceso de duelo. Usan el bombeo como un ritual para ayudarlas a manejar su dolor y para honrar su conexión con su bebé. Si no tienes en extractor, pregunta si el hospital te puede proveer uno para mantener tu comodidad física y prevenir la congestión. Si estás interesada en extraer tu leche cuando regreses del hospital, pregúntale a una enfermera o a un(a) consultor(a) de lactancia sobre la extracción manual o la posibilidad de que te presten o alquilen un extractor de leche .

¿Qué puedo hacer si mis pechos se congestionan cuando ya no tenga a mi  bebé?

Acá hay algunas cosas que puedes intentar si estás sufriendo de malestar o congestión.

  • Compresas frías: Usa compresas frías en los pechos por veinte minutos para aliviar el malestar y la hinchazón.
  • Hojas de repollo verde: Remueve los tallos de las hojas grandes de repollo verde y úsalas como almohadillas para el pecho. Enfría o congela las hojas y luego ponlas dentro de tu sostén. Cámbialas cuando se marchiten. Intenta esto, por veinte minutos, tres o cuatro veces al día.
  • Duchas calientes: Esto ayuda a que parte de la leche salga del pecho, lo que sirve para aliviar el malestar.
  • Considera usar analgésicos: Habla con tu doctor u otro proveedor de salud sobre si usar un medicamento de venta libre o con receta sería apropiado y útil para ti.
  • Extrae leche: Al bombear o extraer manualmente, remueve solo la leche suficiente para aliviar el malestar —usualmente dos o tres minutos de extracción— hasta que tus pechos estén más cómodos.
  • Usa un sostén: Un sostén cómodo, que dé apoyo, ayuda a sostener los pechos pesados. Al contener el pecho durante la noche con un sostén más suelto, muchas madres experimentan menos goteo y menos malestar. Los sostenes con aros deben usarse con precaución ya que pueden contribuir a causar conductos obstruidos y áreas adoloridas.

Si quiero donar a un banco de leche, ¿dónde almaceno mi leche?

Puedes almacenar tu leche en el congelador hasta que estés lista para donarla. Si tienes un congelador industrial (independiente de tu refrigerador), idealmente almacénala allí, ya que la leche puede conservarse en él durante más tiempo. Si no, el congelador de una nevera también funciona bien. Es útil etiquetar una bolsa de almacenamiento de leche materna separada con la fecha de cada sesión de bombeo y con tu nombre. [1]

Al principio de tu proceso de recolección, asegúrate de contactar al banco de leche sin ánimo de lucro de tu área para recibir instrucciones y comenzar el proceso de selección. Además de tenerte en cuenta para ser donante de leche materna para beneficiar a otros bebés, algunos bancos sin ánimo de lucro podrían también permitirte donar tu leche para proyectos investigativos. Donar a investigaciones —típicamente en una universidad local— ayuda a avanzar la ciencia de la lactancia y es una buena opción si, por cualquier razón, tu salud o tu historia médica no te hacen elegible para donar a otros bebés.

¿Qué pasa si quiero detener mi producción de leche en vez de continuarla?

El proceso de secar la leche es diferente para cada madre en duelo. La frecuencia en la que necesites extraer y la duración del proceso dependerá de la cantidad de leche que estés produciendo, qué tan a menudo bombeaste antes de la pérdida y la cantidad de tiempo que ha pasado desde el nacimiento de tu bebé. Una guía general para dejar de producir leche es extraerse hasta estar cómoda —reduciendo la cantidad de tiempo que te extraes, y dejando más tiempo entre sesiones de extracción (Neifert, 2009)—. [2] Por ejemplo, si has estado bombeando cada tres horas (ocho veces al día) por veinte minutos cada vez, deja pasar más tiempo entre bombeos, por ejemplo cuatro horas, y extrae por quince minutos. Después de unas cuantas sesiones, intenta dejar pasar un poco más de tiempo y reduce el número de veces que bombeas. Si sientes mucho malestar, ajusta tu horario para extraer, por ejemplo, cada cuatro horas, pero por doce minutos en vez de quince. A medida que tu suministro de leche disminuye, puedes alargar el tiempo entre bombeos y pasar menos tiempo extrayendo.

La forma más efectiva de disminuir tu producción de leche gradualmente, sin malestar excesivo, es extraer solo la cantidad suficiente para reducir la presión en tus pechos, pero no tanto como para vaciarlos y hacer que produzcan más. Tu suministro de leche por lo general disminuirá bastante rápido si poco a poco reduces el número de veces que bombeas durante un corto periodo de tiempo durante las primeras una o dos semanas después de haber perdido a tu bebé (Neifert, 2009).[2]

Un extractor eléctrico de grado hospitalario o la extracción manual es probablemente la forma más fácil de secar tu leche materna. Cuando una bomba eléctrica no esté disponible, puedes usar una bomba extractora manual o extraer con tu mano para sacar la leche.

Unas cuantos consejos para la familia y amigos de la madre en duelo:

Determinar cómo responder a la producción de leche después de perder a un pequeño es una decisión muy personal y a menudo difícil de tomar para una madre en duelo. El peso del dolor, además de, posiblemente, la planificación de un funeral, representan mucho para tolerar. Por tanto es importante tan solo estar ahí para apoyarla y reconfortarla. Permítanle tiempo para llegar a su propia decisión personal sobre si detener o continuar la producción de leche, mientras le muestran que están disponibles para ella, sin importar lo que decida.

Este artículo fue adaptado, con permiso, de las páginas 13, 19-21, y 30 del libro: Lactation Support for the Bereaved Mother: A Toolkit – Information for Healthcare Providers, de Jessica Welborn. Derechos de autor 2012. El libro fue publicado por la Human Milk Banking Association of North America.

Referencias adicionales:

1. 2018 Guidelines for Establishment and Operation of a Donor Human Milk Bank. 10.ª Edición, 2018.

2. Neifert, M. Great Expectations: The Essential Guide to Breastfeeding. Nueva York: Sterling Publishers. 2009