Pezones doloridos al amamantar

Madres de la Liga de La Leche
Traducido por Rocío Bravo, Amán, Jordania
Foto: Belle Verdiglione

¿Tienes los pezones doloridos o agrietados? ¿Temes el momento de ponerte al bebé al pecho?

Tener los pezones doloridos y sensibles al principio de una toma puede ser normal durante los primeros días de la lactancia. Pero un dolor más intenso o que continúa durante más tiempo es una señal de que probablemente tengas que hacer algunos ajustes.

¡La lactancia no duele!

Intenta encontrar la causa de tu dolor

Para empezar a curar unos pezones doloridos, busca la causa de ese dolor.

La causa más común de dolor es un mal acople al pecho, por lo que mejorar el agarre del bebé es la clave. Un agarre profundo es importante.

Si te duele, haz cambios.

Intenta diferentes posiciones

Experimenta para poder encontrar lo que te funciona mejor.

Erin Pushman

Sostener a tu bebé de una manera que le ayude a agarrarse bien probablemente aliviará de inmediato tu dolor. Ofrece el pecho a menudo, pero cuando tú y tu bebé estáis tranquilos. Será más fácil si no tiene hambre todavía. Algunos pequeños ajustes pueden crear una gran diferencia.

Posturas para Amamantar explica cómo una posición natural para amamantar—la madre reclinándose hacia atrás, el bebé con la barriguita hacia abajo, y ajustando el cuerpo, el bebé y el pecho—ayuda a que dar de mamar sea más fácil. Estar cómodo es lo que importa.

Ver imágenes y pequeños vídeos como este de Global Health Media Project y de la monitora de LLL Nancy Mohrbacher, IBCLC, puede ayudarte a tener un comienzo más cómodo en la lactancia.

Los pezones se curan muy rápido cuando ya no están siendo lesionados y no hay una infección presente.

Soluciones de lactancia a problemas de lactancia
Katrina Soper & Tilly

Casi siempre hay soluciones pero puede tomar tiempo y puedes querer buscar apoyo cualificado para ayudarte a establecer una lactancia agradable.

Contacta a una Monitora de la Liga de La Leche o una consultora de lactancia para más información y apoyo durante estos momentos complicados.

Las tetinas y pezones artificiales de los biberones y chupetes pueden causar problemas durante las primeras semanas. Los movimientos de la mandíbula, la lengua y la boca de un bebé mientras succiona en estos son diferentes y si tu bebé hace el mismo movimiento al mamar puede provocar dolor en los pezones.

Consejos para sentirse más cómoda

Algunos pasos podrán permitirte continuar con la lactancia hasta que el problema sea resuelto.

  • Comprueba la postura y anima a tu bebé a abrir bien la boca cuando se agarre.
  • Tomas cortas y frecuentes a la primera señal de hambre. Observa las señales de tu bebé: está inquieto, gira la cabeza con la boca abierta buscando el pecho, se chupa los dedos y los puños. El llanto es una señal de hambre tardía.
  • Amamanta con el pecho menos dolorido primero si te es posible.
  • Si necesitas separar a tu bebé de tu pecho, rompe la succión cuidadosamente insertando tu dedo meñique entre las encías de tu bebé, puesto que separarle directamente puede herirte el pezón.
  • Si te has saltado una toma o has quitado a tu bebé del pecho durante una toma debido al dolor, entonces drena el pecho usando un sacaleches o extrae manualmente tu leche (lo que puede ser la opción que menos dolor te cause). Una pieza de un sacaleches que no se adapte bien a tu pecho o una velocidad muy alta del sacaleches pueden causar daños en el pezón.
  • Leche materna recién extraída aplicada a tus pezones puede ser reconfortante y reduce las posibilidades de infección, ya que la leche humana tiene propiedades antibacterianas.
  • Humectar la zona afectada puede ser efectivo para curar pezones heridos o agrietados, especialmente una vez que la causa inicial del daño se ha corregido. Aplicar una pequeña cantidad de pomada de lanolina modificada médica (100% pura) o de una compresa de hidrogel ayudará a que las grietas se curen sin que se forme una costra o se endurezcan. Si la grieta supura o se endurece, puede ser una señal de infección—visita a tu médico para que te prescriba un antibiótico. Si la piel está desgarrada, lava diariamente con un jabón suave no perfumado y agua.
  • El contacto completo del cuerpo, piel con piel con tu bebé es tranquilizador y estimula un buen agarre.