María Francell, Atlanta, Georgia, EE.UU.
Traducido por: Amaranta Avendaño, Buenos Aires, Argentina.
Cuando me convertí en Líder de LLL, hace más de 20 años, me dijeron que la lactancia materna es un comportamiento aprendido. Esto siempre me pareció un poco extraño. Después de todo, ¿no somos mamíferos? Otros bebés mamíferos parecen saber qué hacer. No es una sorpresa, entonces, que resulte que los bebés humanos también saben qué hacer. Cuando se mantienen en el pecho de su cuidador, los recién nacidos balancean la cabeza arriba y abajo y comienzan a moverse hacia el pecho más cercano–¡así tenga leche o no!
Suzanne Colson, la partera británica que acuñó el término “crianza biológica”, afirma que la teoría acerca del aprendizaje del amamantamiento comenzó con la obstetra Mavis Gunther, quien creía que, como a las chimpancés en los zoológicos a veces se les tiene que mostrar cómo amamantar, las madres humanas también necesitan instrucción en la lactancia. Estudios de ultrasonido en lactantes en la década de 1980 condujeron a la enseñanza específica sobre la mejor manera de prender al pecho a un bebé. Estas instrucciones de colocación y agarre al pecho incluyen directivas como “sentarse erguida”, “pancita hacia mamá” y “hacer cosquillas en los labios del bebé con el pezón”, pero Colson no ha encontrado ninguna investigación que apoye tales “reglas”. De hecho, la obstetra Christina Smilie cree que este tipo de actividad de aprendizaje cognitivo interfiere con el hemisferio derecho, el del comportamiento instintivo de las nuevas madres, posiblemente, incluso, inhibiendo la liberación de oxitocina.
Amamantar reclinada
En su investigación, Colson encontró que cuando se les coloca boca abajo sobre sus madres reclinadas sobre su espalda, los reflejos neonatales primitivos (PNRs), tales como la marcha, mover la cabeza de arriba abajo, la brazada y afianzamiento, ayudan al bebé a encontrar el pecho. Esto ya había sido descrito por otros investigadores y popularizado en un video en línea de UNICEF llamado Breast Crawl, aunque muchas personas creen que esto sólo se aplica a los recién nacidos poco después del nacimiento. En realidad, los bebés conservan esta habilidad durante el primer o segundo mes de vida. El video de Smilie, “Baby Led Breastfeeding, the Mother Baby Dance” (ver enlace más abajo), muestra cómo las madres instintivamente, con su vínculo, saben cómo ayudar a sus hijos, siempre que la madre se recline con el bebé boca abajo sobre su pecho.
En los hospitales hoy en día, a las nuevas madres se les enseñan típicamente varias posiciones verticales para amamantar (cuna, fútbol / rugby, cuna cruzada) que ejercen presión a lo largo de la espalda del bebé. Colson le llama a esto la alimentación dorsal y afirma que esta presión puede inhibir los PNRs o producir comportamientos que impiden la prendida al pecho, como sacudir la cabeza y agitar los brazos. Además, estas posturas verticales pueden ser incómodas durante las sesiones prolongadas de amamantamiento, en particular la posición de cuna cruzada, que puede llevar a las madres a inclinarse hacia adelante con el brazo que sostiene el pecho a un costado, como un “ala de pollo.” Por supuesto, estas posiciones pueden a veces ser muy útiles, pero pueden no serlo para la mayoría de las nuevas madres.
La experta en lactancia Nancy Mohrbacher cree que estas posiciones verticales impartidas popularmente son, en realidad, modificaciones de las empleadas para la alimentación con biberón—y que, de hecho, muchas madres tratan a menudo de empujar el pecho en la boca del bebé como si fuera un biberón. El programa de Lactancia Natural de Mohrbacher alienta a las madres a inclinarse hacia atrás y dejar que la gravedad estabilice al bebé sobre el cuerpo de la madre, para que el bebé pueda prenderse de forma natural. Se anima a las madres a acomodar primero su cuerpo, a continuación, acomodar a su bebé, y luego acomodar su mama mediante la compresión o elevación si el bebé necesita ayuda adicional para prenderse al pecho. Además de un programa en línea que las madres pueden comprar, las Líderes también pueden hacer referencia a los vídeos de acceso gratuito de Mohrbacher en YouTube (ver enlace más abajo).
Envolver al bebé puede interferir con sus reflejos naturales
Los nuevos padres a menudo asumen que envolver al bebé forma parte del cuidado del niño cuando el personal del hospital les entrega a su recién nacido envuelto como un burrito. Envolver a los bebés ha sido una práctica tradicional de diferentes culturas durante miles de años, en el pasado, fue usado principalmente para el transporte (con el bebé envuelto a la espalda de la madre) o seguridad (mantener al bebé tranquilo y fuera de peligro). En la primera parte del siglo XX, envolver al bebé se hizo popular en las sociedades occidentales como una manera de calmar a los recién nacidos que eran habitualmente separados de sus madres en los cuneros del hospital.
Envolver a los bebés ha tenido recientemente un resurgimiento con la popularidad de The Happiest Baby on the Block del Dr. Harvey Karp. En 2010, hubo un debate entre Mohrbacher y Karp sobre los beneficios de envolver a los bebés en las páginas de International Journal of Childbirth Education. Mohrbacher comentó que
…la investigación ha encontrado que envolver al bebé regularmente puede tener resultados negativos para la lactancia materna. Envolver a los bebés durante los primeros días de vida se asocia con un retraso en la primera sesión de amamantamiento, una succión menos eficaz al pecho, disminución en la ingesta de leche materna y una mayor pérdida de peso.
Envolver a un infante, en especial con una envoltura apretada, interfiere con los PNRs naturales del bebé. Los bebés se chupan las manos para reconocerse, también utilizan sus manos para tocar el pecho y el pezón, por lo que es mejor evitar el uso de guantes para bebés. Algunas madres envuelven al bebé porque en posición vertical, el reflejo PNR de brazada puede convertirse en boxeo contra el pecho. Alentar a estas madres a reclinarse sobre su espalda y colocar las manos del bebé a cada lado del pecho, permite que los brazos del bebé ayuden en el amamantamiento en lugar de obstaculizarlo. Los recién nacidos también utilizan sus pies para impulsarse hacia el pecho, por lo que se puede animar a las madres a “desenvolver totalmente el burrito” antes de amamantar.
¿Almohadones para amamantar, sí o no?
Los almohadones para amamantar son invenciones recientes que a veces causan más problemas de los que solucionan. El popular Boppy® Nursing Pillow fue inventado en 1989 como una herramienta para permitir a los bebés de alrededor de seis meses de edad sentarse sin asistencia; rápidamente ganó popularidad como una ayuda para el amamantamiento. Sin embargo, este tipo de almohadones suelen colocar al bebé demasiado alto o demasiado bajo, por lo general en una posición horizontal que no permite otros ángulos donde la cabeza del bebé esté más alta que la parte inferior de su cuerpo. Los almohadones para amamantar tienden a reducir el contacto entre el cuerpo de la madre y el del bebé, a menudo contribuyen a que el bebé ruede sobre su espalda mientras está prendido al pecho.
Estos productos pueden contribuir al dolor de espalda por fomentar que la madre se incline hacia adelante en una posición incómoda y también pueden conducir a una dependencia (y como resultado dificultad para amamantar en público) cuando la madre “no puede” amamantar sin uno. Los almohadones para amamantar incluso pueden ser peligrosos—una madre agotada corre el riesgo de que su bebé ruede hacia el espacio entre su cuerpo y la almohada sin que ella se dé cuenta. Aunque un almohadón de amamantar puede a veces ser útil para una madre de múltiples, en este caso incluso las almohadas comunes funcionan igual de bien.
Por supuesto, hay ocasiones en que una madre necesita ayuda o apoyo adicional para amamantar a su bebé, ese es el momento en que las Líderes de LLL y otro personal experto en lactancia la asisten. Sin embargo, a menudo, una madre sana sólo tiene que inclinarse hacia atrás y pasar tiempo con su bebé mientras aprenden a amamantar juntos. Otros mamíferos no requieren instrucciones específicas, mantas o almohadas especiales para amamantar a sus bebés, la mayoría de las veces, las madres y los bebés humanos tampoco las necesitan.
Videos
Breast Crawl UNICEF India
Biological Nurturing Colson
Baby Led Breastfeeding, the Mother-Baby Dance Smilie
Breastfeeding in the First Hours After Birth Global Health Media Project
Natural Breastfeeding Mohrbacher
Referencias
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María Francell y su marido Howard son los padres de tres niños amamantados de 24, 20 y 17 años. Ha sido Líder de LLL desde hace más de 20 años y actualmente es Enlace Profesional de Área para LLL Georgia, EE.UU., y editor colaborador de Leader Today. Como Consultora Certificada en Lactancia Materna, Mary trabaja a tiempo parcial en un consultorio pediátrico y también ve pacientes en su práctica privada de lactancia en Atlanta, Georgia, EE.UU.