Congestión y Mastitis: Suavizando los Baches

Congestión y Mastitis: Suavizando los Baches

Categories: Breastfeeding Today, Español, Global Community

Philippa Pearson-Glaze
Traducido por Eva Marsal, Barcelona, España
Foto: Evangeline y Ruth cortesía de Sally Hobson Photography

Amamantar es normal y natural, pero cómo hacerlo es algo que a menudo aprendemos de nuestras madres, hermanas y amigas. En los sitios donde hemos perdido el arte de amamantar a lo largo de varias generaciones, los intentos de las nuevas madres para dar el pecho pueden ser fácilmente saboteados por la desinformación. Si los pequeños baches en el camino no se suavizan, los problemas pueden ir creciendo hasta que el destete parece inevitable. Este artículo plantea algunas de las soluciones a los dolores, bultos y protuberancias que puedes sufrir como madre lactante y aborda algunos de los mitos más comunes acerca de la mastitis.

Dolor en los pezones 

La causa más común de las grietas en el pezón es un agarre inadecuado de tu bebé al pecho o el hecho de que no esté usando la lengua correctamente, quizás a causa de un tono muscular alto o un frenillo corto (la membrana bajo la lengua). En estas circunstancias, tu pezón es apretado y restregado contra el paladar duro del bebé, y rápidamente aparecerán ampollas, grietas y rasguños. Una vez los pezones están dañados, eres más vulnerable a la mastitis o a infecciones del pezón, ya sean bacterianas o por hongos. Mira las Causas del dolor en los pezones para tener una guía sobre esta cuestión y Qué puedo ponerme en los pezones cuando me duelen, donde se abordan diversas ideas de tratamiento.

Si es posible, evidentemente, es mejor evitar tener dolor en los pezones o tenerlos dañados, pidiendo ayuda desde el principio a tu monitora de LLL o a una Consultora de Lactancia Certificada (IBCLC).

Congestión y mastitis: suavizando los baches

¿Qué es un pecho congestionado?

Un pecho congestionado es un pecho que está muy lleno de leche. La congestión es un proceso natural que ocurre pocos días después del nacimiento del bebé con “la subida” de la leche. Con tomas frecuentes, buena posiciónagarre correcto, y entendiendo cómo funciona la capacidad de almacenamiento del pecho, la congestión normalmente no es un problema en los primeros días y es señal de una producción saludable de leche. Sin embargo, si tu bebé no se está cogiendo bien al pecho, tus senos pueden acabar estando demasiado llenos, una situación que puede ocurrir en cualquier momento a lo largo de la lactancia.

A la primera señal de congestión que resulte demasiado incómoda, extraerse suficiente leche para estar cómoda de nuevo prevendrá que la situación empeore. Intentar averiguar por qué ha pasado evitará que vuelva a ocurrir (por ejemplo, si tu bebé estaba comiendo poco o no lo estaba haciendo bien, o había dormido más de lo normal). Tu monitora de LLL o IBCLC pueden ayudarte a identificar qué ha podido causar la congestión y sugerirte cómo mejorar la posición o el agarre.

Drenando los pechos hinchados con la ayuda de masajes, aplicando compresas frías y con medicación anti-inflamatoria, puedes evitar acabar con una mastitis o algo peor, un absceso. Ver Pechos congestionados  para más consejos sobre cómo aliviar la congestión (incluyendo el uso o no del extractor y cómo ayudar al bebé cuando el pecho está tan congestionado que no puede agarrarse). Cuando la congestión es muy severa puede ser difícil que fluya la leche. Ver Alivio de la congestión cuando la leche no fluye para un amplio debate de ideas y consejos sobre esta situación.

¿Qué es un conducto bloqueado?

La leche materna es producida y almacenada en unas células productoras de leche llamada alvéolos y fluye hacia el pezón por unos pequeños tubos o conductos. Si uno de estos conductos se obstruye espesa se puede crear un bloqueo. La leche que queda retenida detrás del bloqueo no tiene donde ir y la retención de leche crea un bulto doloroso en el pecho. A menudo los conductos bloqueados los soluciona rápidamente el bebé mamando bien del pecho afectado, poniendo especial atención a la posición y el agarre. También ayuda a eliminarlo presionar suavemente y masajear el bulto durante la toma. En Conducto bloqueado, Nikki explica como resolvió rápidamente su conducto atascado con la ayuda de una monitora de LLL y hay algunas otras ideas en Conducto de leche bloqueado.

¿Qué es la mastitis?
Beverley, Adam, & Presley by Lisa Scott Photography

La mastitis es una inflamación dolorosa del pecho. Normalmente sucede después de un periodo de congestión del pecho que no se ha solucionado. Puede que haya un bulto en el pecho, que la piel del pecho esté enrojecida, y que tengas síntomas típicos de la gripe como escalofríos, fiebre alta y una sensación de malestar general. Los síntomas de la fiebre suelen ocurrir con o sin infección bacteriana –es la reacción del cuerpo a las proteínas de la leche (citoquinas) que entran en contacto con los tejidos de alrededor cuando la leche materna no puede drenarse-. Puede que posteriormente aparezca una infección bacteriana si no se actúa rápidamente para vaciar el pecho.

Es más probable que aparezca la mastitis si están presentes uno o más factores de riesgo, como por ejemplo un pezón dañado o agrietado, conductos de leche o poros del pezón bloqueados, o una congestión prolongada. La presencia de diabetes mellitus dependiente de insulina también puede ser un factor precipitante (Walker, Breastfeeding Management for the Clinician 2013).

A la primera señal de mastitis, es importante aliviar cualquier congestión con tomas/extracciones frecuentes junto con masaje y compresión del pecho para un completo drenaje del seno. La aplicación de frío puede reducir la inflamación entre las tomas y una medicación anti-inflamatoria adecuada ayudará a reducir el dolor y la inflamación. Ver Síntomas de mastitis y tratamiento para más información.

Disipando mitos sobre la mastitis

¿Puedes continuar amamantando de un pecho con mastitis?

Sí. Puedes continuar amamantando. Es importante mantener el pecho drenado de leche. Muchas mastitis no son infecciosas pero incluso si tienes una infección en el pecho, no hay evidencia que sugiera que no sea seguro continuar con la lactancia (Mohrbacher, N. Respuestas sencillas sobre lactancia; 2010; Academy of Breastfeeding Medicine, 2014).  

Si tienes mastitis, ¿necesitarás antibióticos?

No, no necesariamente necesitarás antibióticos, especialmente si los síntomas son leves y están mejorando con tratamiento para la mastitis. Sin embargo, si no te empiezas a sentir mejor en 12-24 horas o si los síntomas son severos, deberías ver a tu médico y comentarle la posibilidad de recibir un tratamiento antibiótico (Academy of Breastfeeding Medicine, 2014).  

¿Apretarse el sujetador puede ser de ayuda con la mastitis?

No. Un sostén de soporte especial puede ayudarte a sentirte cómoda, pero apretar el sujetador y no extraerte leche para estar cómoda probablemente empeorarán  la congestión, con un riesgo más elevado de mastitis (si ese no es ya el problema) y a riesgo de reducir la producción de leche. Llevar un sujetador apretado o alguna otra pieza de ropa apretada es una causa común de mastitis porque restringe el flujo de leche.

¿Extraerse leche durante la mastitis agravará en problema?

No. Es importante mantener el pecho drenado durante un episodio de mastitis. En otras ocasiones, la extracción de leche en exceso podría sobre-estimular el pecho y producir más leche de la que se necesita, lo que podría causar congestión y mastitis. Durante un episodio de mastitis es importante amamantar a menudo o extraerse leche para estar cómoda si tu bebé no consigue retirar leche a un ritmo que te ayude.

Absceso en el pecho
Carla & Blaze by Denise Burrows Photography

Una complicación poco frecuente de la mastitis que no se ha cuidado es la formación de un absceso en el pecho. Con un absceso el cuerpo se protege de la infección aislando el área afectada. El centro del absceso contiene material de desecho o pus, que es resultado del intento de nuestro cuerpo de luchar contra la infección. Esta suele estar causada normalmente por Staphylococcus aureus (una bacteria). Una vez esta bolsa de pus infeccioso está encapsulada en el interior del pecho, no hay ningún sitio por donde pueda drenarse para facilitar la curación. Hay diferentes opciones de tratamiento que dependen del tamaño del absceso y que pueden incluir una tanda de antibióticos junto a aspiración con ajuga, drenaje con catéter o incisión quirúrgica y drenaje. Para más información sobre las opciones de tratamiento y síntomas de un absceso en el pecho ver ¿Tengo un absceso en el pecho?

Un bulto doloroso en la axila

Es bastante probable que aparezca un bulto en la axila cuando estás congestionada porque el tejido mamario se extiende hasta esta área, que se llama la cola de Spence. Utilizar las ideas para los Pechos congestionados ayudará a disminuir esta congestión. A veces el tejido mamario en la axila o en otras partes del cuerpo a lo largo de la “cresta mamaria” puede congestionarse inicialmente después del parto, sin que haya salida para la leche. Usando compresas frías, estas áreas “captarán el mensaje” de parar la producción de leche.

Quistes de leche

Un bulto inesperado en el pecho que parece ir y venir dependiendo de cómo esté de lleno el pecho podría ser un galactocele. Un quiste lleno de leche que puede ser diagnosticado por ultrasonido o tomando una sencilla muestra de material del centro del quiste. El contenido suele ser más espeso que la leche y más parecido a la mantequilla. Este tipo de quiste normalmente no es doloroso y se resolverá cuando acabe la lactancia. Drenar el quiste es posible pero a menudo vuelve a llenarse.

Otros bultos

Si estás preocupada sobre algún bulto misterioso que no se solventa rápidamente, consúltalo con algún profesional de salud. Aunque no sea común en las madres que amamantan, es importante descartar cualquier posibilidad de cáncer de pecho y muchas pruebas diagnósticas son compatibles con la lactancia. Ver Bultos en el pecho para más información.

El apoyo es clave

Si estás luchando para tirar adelante la lactancia, conseguir ayuda y apoyo es clave para superar cualquiera de las dificultades que se han mencionado anteriormente. Casi siempre hay soluciones de lactancia materna para los problemas de la lactancia materna. Contacta con tu monitora de LLL o IBCLC tan pronto como sea posible cuando aparezca cualquier problema y te ayudarán a que la lactancia vuelva a su cauce.

Philippa Pearson-Glaze ha sido monitora de LLL desde 2002 e IBCLC desde 2011. Vive en West Midlands, Reino Unido, con su marido y cuatro hijos mayores, de edades entre 12 y 21 años. Es Jefa de Redacción de la publicación de LLLI Leader Today y actualmente trabaja para el comité de Enlace Profesional de La Leche League en Gran Bretaña. Philippa también escribe regularmente para su web de información Breastfeeding Support.